martes, 14 de octubre de 2014

Colesterol



Buenos días,

Volviendo con la sección en la que hablamos sobre patologías o estados fisiológicos, y comentamos algunos consejos nutricionales para disminuir sus síntomas y efectos, hoy vamos a tratar el colesterol.

Podríamos hablar largo y tendido sobre este tema, pero resultaría algo farragoso y quizás tedioso, con lo que “pasaremos” por encima  y tan sólo trataremos aspectos esenciales del mismo.

Hay muchísimas personas que piensan que el colesterol es una enfermedad en sí misma, pero nada más lejos de la realidad.

En líneas generales, podríamos decir que el colesterol no es más que una sustancia adiposa que se encuentra de forma natural en el cuerpo, y cuya función principal es la de hacer que funcionen adecuadamente  todas las paredes de las células.

La gran mayoría del colesterol se produce en el hígado, salvo una pequeña cantidad que procede de la alimentación.

El cuerpo necesita una determinada cantidad de colesterol para funcionar correctamente, pero cuando existe un exceso de colesterol en la sangre, es cuando pueden aparecer problemas  al acumularse depósitos de grasa en las arterias.



Dicho esto, es conveniente que a continuación expliquemos la diferencia entre colesterol bueno y colesterol malo.

El colesterol bueno (HDL), se encarga de arrastrar el colesterol de las arterias hacía el hígado para ser eliminado.

Imaginaros que las arterias son tuberías y que el colesterol bueno es un desatascador, que como tod@s sabéis, a medida que pasa por la tubería va eliminando todos los restos de comida pegados en las paredes de esta.

Por lo cual, un nivel elevado de colesterol bueno es sano y beneficioso para la salud de nuestro corazón.



El colesterol malo (LDL), transporta el colesterol desde el hígado a los tejidos corporales.

Por tanto, si el nivel de colesterol malo en sangre es elevado, este puede irse acumulando poco a poco en las paredes de los vasos sanguíneos, estrechándose estas e incrementándose el riesgo de enfermedad cardiovascular.



Como norma general, podemos considerar que los alimentos de origen vegetal no contienen colesterol, mientras que los de origen animal si lo contienen.

Es recomendable no sobrepasar los 300 mg de colesterol al día, pero probablemente si os doy tan sólo este dato os quedareis igual…para que os hagáis una idea, un huevo entero contiene unos 250 mg de colesterol.



Vamos a ver ahora una serie de alimentos ricos en colesterol y grasas saturadas perjudiciales para la salud:

     - Carnes rojas = cordero, ternera, etc…
     - Embutidos, paté, mayonesa, hígado, sesos y casquería en general.

     - Bollería, azúcar, huevos, mantequilla, pastelería industrial,   etc…     

     - Leche y derivados como el queso curado, helados, etc…



En el lado opuesto, encontramos alimentos que ayudan a reducir el colesterol tales como:


     - Algunos frutos secos no fritos como por ejemplo las nueces, almendras o las pipas de girasol.

     - Pescado azul como el bonito, caballa, atún, sardinas, etc…

     - El aceite de oliva en su justa medida.

     - Frutas como el kiwi, ciruela, pomelo, manzana, etc…

     - Algunos moluscos como mejillones, berberechos y almejas.

     - Arroz, legumbres en general, soja, germen de trigo, avena, etc…





Dicho todo esto, una buena manera de mantener el nivel del colesterol malo (LDL)  lo más bajo posible es llevar una forma de vida saludable.

Procurar tener una alimentación sana y adecuada, mantener nuestro peso entre los valores recomendables de Índice de masa corporal, realizar ejercicio de manera regular, y disminuir o eliminar el consumo de alcohol y tabaco.

Si pensáis que esta información puede interesarle a cualquiera de vuestros amig@s o contactos, no dudarlo un instante y compartirla.

Un saludo y feliz semana a tod@s!





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