Buenos días a tod@s!
En el “alimento del mes”, hoy quiero hablaros de un
riquísimo y nutritivo manjar, que no es otro que el mejillón.
Es un alimento perteneciente a la familia de los mariscos y
derivados, concretamente a los moluscos bivalvos.
El contenido de hierro que poseen estos crustáceos es hasta
tres veces más alto que el que contiene la carne de vaca o buey, por lo que es
un alimento recomendado para personas con anemia. Además, nos aporta selenio,
que es un gran protector anticancerígeno.
Del mismo modo, son ricos en vitamina B12, la cual es muy
útil para personas que sufren problemas estomacales.
Los mejillones tienen un alto contenido en yodo, que es un
oligoelemento muy beneficioso para nuestro organismo ya que regula nuestro
colesterol, y también ayuda a procesar los hidratos de carbono, fortalecer
nuestro cabello, la piel y las uñas.
Éste alimento nos proporciona proteína de muy alta calidad y
fácil digestión, aportando poquísimas calorías.
Otro de los beneficios del mejillón es que pese a ser un
marisco, nos ayuda a controlar los niveles de colesterol en sangre, ya que sus
escasas grasas son del tipo omega 3.
Su elevado contenido en potasio atenúa la hipertensión y la
retención de líquidos.
Además de todo lo mencionado anteriormente, hace
relativamente poco se descubrió una propiedad medicinal muy interesante.
Resulta que el mejillón es rico en glucosaminas, y ahora me preguntaréis, ¿qué
es eso? Pues bien, las glucosaminas son el antiinflamatorio natural más potente
que existe, resultando especialmente útil en personas con problemas articulares
como artritis, reuma o artrosis.
Cabe destacar que los mejillones, a diferencia de la gran
mayoría de alimentos, conservan casi inalterables sus propiedades y beneficios
aunque se consuman enlatados.
Para prepararlos al vapor simplemente tenéis que limpiarlos
bien, quitándoles las barbas y adherencias. Luego, lávalos y ponlos a escurrir.
Prepara una olla profunda y mételos dentro. Rocíalos con un
poco de agua por encima y añade una hoja de laurel. Tápalos y ponlos al fuego
durante unos 8 minutos aproximadamente, hasta que compruebes que se han
abierto. Si ves que
alguno sigue cerrado, no lo aproveches y tíralo a la basura, ya que seguramente
se encuentre en mal estado.
Por último, si podéis, elegir mejillones al vapor o a la vinagreta antes que en escabeche.
Os animo desde aquí a que incluyáis este magnífico alimento en vuestra dieta, y beneficiaros así de sus muchas propiedades.
Un abrazo!
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