viernes, 18 de enero de 2013
miércoles, 16 de enero de 2013
lunes, 14 de enero de 2013
Un día libre en nuestra dieta.
Buenos días a tod@s!
Es primordial que antes de comenzar nuestra dieta, estemos
realmente convencidos y mentalizados de llevarla a cabo por nosotros mismos, y
nunca por factores externos.
Debéis de huir siempre de las llamadas “dietas milagro”, ya
que no tienen efecto a largo plazo, y existen muchas probabilidades de que
obtengamos un “efecto rebote”.
Sería muy adecuado, realizarlas bajo supervisión médica o de
un especialista.
Por otro lado, si os encontráis bajos de moral o ánimos, es
mejor que la pospongáis un poco en el tiempo.
No necesariamente, el tiempo que estéis a dieta os lo debéis
de tomar como si fuera una tortura china, ya que resultará más perjudicial que
beneficioso.
Imaginaos una dieta estricta de 7 días a la semana
respetando cada comida y cantidad, ¿cuánto tiempo tardaréis en aburriros y
dejarla?
Para que esto no ocurra, es necesario que de vez en cuando
os permitáis un capricho, y que no os obsesionéis.
Cuando llevéis a cabo una dieta, es conveniente que os
marquéis un día a la semana como día de descanso.
De esta manera, el cuerpo no se acostumbrará tan sólo a
alimentos bajos en calorías, por lo tanto, no restringirá el gasto calórico al
mínimo para ahorrar sus reservas.
Si sigues durante un período de tiempo prolongado una dieta
hipocalórica, tu cuerpo se acostumbrará a quemar muy pocas calorías y tu
metabolismo se ralentizará, pasando a acumular su grasa en lugar de quemarla.
Recordad que los azúcares y las grasas saturadas de los
alimentos, aunque en menor medida, también deben consumirse para que nuestro
organismo realice adecuadamente todas sus funciones.
Estos nutrientes, no podemos erradicarlos por completo de
nuestra dieta, y no consumirlos nunca, ya que aunque se encuentran en el último
escalón de la pirámide nutricional, también son necesarios.
Ahora bien, los días de descanso, por ejemplo, los domingos,
no consisten en atiborrarse durante 24 horas tirando por tierra todo el
esfuerzo que hemos realizado durante la semana.
Desayuna lo que quieras, almuerza con prudencia (come lo que
te apetezca pero sin pasarte en las cantidades), y cena compensatoria (un yogur
desnatado y una pieza de fruta, por poner un ejemplo).
El objetivo de cualquier dieta, no es tan sólo bajar de
peso, sino aprender a comer.
La clave está en adquirir hábitos saludables y seguir una
alimentación equilibrada.
Y por supuesto, hacer ejercicio juega un papel protagonista
en cualquier tipo de dieta.
Si piensas que esta información puede resultarle útil a
alguno de tus contactos, no lo dudes y compártela.
Un saludo y feliz semana!
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