La piña, aparte de ser una fruta deliciosa, es una de las frutas
más completas que hay, ya que aporta propiedades muy interesantes a nuestra
salud.
Es diurética, combate las inflamaciones y es antioxidante.
Su principal función es la de digerir la proteína, en especial la
proteína animal. Y todo gracias a una enzima llamada bromelina. Esta enzima es un ablandador
natural de la carne roja y la de las aves, por lo que nos hace las digestiones
mucho más ligeras y rápidas.
La piña es
un germicida
natural, limpia el hígado, y ayuda en la lucha contra la artritis.
Por su alto contenido en vitamina C, ésta fruta combate afecciones de
garganta, bronquitis y resfriados comunes.
Aparte de ésta vitamina, aunque en menor cantidad, podemos encontrar
otras como la B1 y B6. Del mismo modo, es rica en minerales, sobre todo en
potasio y, en menor proporción hierro, cobre y magnesio.
El jugo de la piña
tiene funciones hepáticas, digestivas y
diuréticas. Previene enfermedades
de la vejiga, la próstata y la uretra, e incluso ayuda a eliminar piedras en los riñones.
Es muy usada en las dietas para bajar de peso gracias a su bajo contenido calórico.
Es muy usada en las dietas para bajar de peso gracias a su bajo contenido calórico.
Por su alta capacidad
diurética, es muy eficaz para combatir el exceso de peso por retención de
líquidos. Además, ayuda a separar el tejido celulítico y eliminar los depósitos
de grasa.
La fibra de la piña
ayuda a controlar el nivel de
colesterol en la sangre.
Ésta fruta también es fuente de
azúcares simples, sacarosa, fructosa y glucosa, lo que la convierte en una fuente de energía.
La piña es muy sensible a los cambios de temperatura. No debe guardarse en el frigorífico
puesto que no aguanta temperaturas inferiores a 7ºC, perdiendo todo su sabor y
aroma.
La mejor manera de aprovechar sus propiedades nutricionales es consumirla al natural, aunque también podemos encontrarla en almíbar (resultando mucho más calórica), cocida o al horno.
La mejor manera de aprovechar sus propiedades nutricionales es consumirla al natural, aunque también podemos encontrarla en almíbar (resultando mucho más calórica), cocida o al horno.
Es un alimento muy versátil por lo que podemos incluirla en
multitud de platos, ensaladas, acompañando al marisco, en repostería,
mermeladas, en forma de zumos, etc… Hay miles de combinaciones, crea tú la
tuya!
Aquí os dejo una receta sencilla de hacer y muy refrescante de
cara al verano:
INGREDIENTES:
1/2 taza de zumo de fresas (unas 8 o 10 unidades).
1/2 taza de zumo de piña (3 tazas de piña troceada).
Un poco de azúcar.
Hielo.
Simplemente, tendremos que pasarlo todo por la batidora y disfrutar de este magnífico batido.
1/2 taza de zumo de fresas (unas 8 o 10 unidades).
1/2 taza de zumo de piña (3 tazas de piña troceada).
Un poco de azúcar.
Hielo.
Simplemente, tendremos que pasarlo todo por la batidora y disfrutar de este magnífico batido.
Un saludo.