Existe la falsa creencia de que la
aparición del flato mientras realizamos deporte, está relacionada con la
aparición de gases (de ahí la palabra flato, que viene de flatulencia), pero
nada más lejos de la realidad.
El flato es una molestia que
probablemente tod@s hayamos sufrido en alguna ocasión, y que consiste en un
dolor o punzada que se sitúa en el abdomen y diafragma.
A día de hoy, la causa de la aparición
del flato no está del todo clara, pero lo que si podemos decir a ciencia cierta
es que no se trata de gases, y que no hidratarse durante el ejercicio no va a
hacer que aparezca.
Algunas de las medidas que podemos tomar
para reducir la posibilidad de que aparezca esta molestia son:
- Dejar
que pase un tiempo razonable antes de comenzar a realizar ejercicio después de
haber comido o bebido mucho líquido, para que así nuestro estómago no tenga
mucho peso.
- Mientras
estemos realizando el ejercicio y necesitemos beber líquido, hagámoslo en
sorbos pequeños y constantes, pero nunca nos demos un atracón, ya que eso si es
seguro que perjudicará nuestro rendimiento.
- Si
por muchas precauciones que hayamos tomado, finalmente aparece el flato, lo
mejor es que presionemos con una mano la zona del dolor a la vez que
flexionamos el tronco ligeramente.
- Si el dolor perdura, lo más sensato es que dejemos de realizar ejercicio y descansemos durante unos minutos.