El entrenador personal se debe adaptar a nuestros recursos,
no nosotros a él. No hace falta tener un entrenador personal cada vez que
vayamos a entrenar, podemos tener una cita con él una vez por semana, una vez
cada quince días o solamente una vez al mes. Cuando mejor nos convenga a
nosotros, a nuestras necesidades y a nuestro bolsillo.
Un entrenador personal aportará consejos sobre nutrición,
ayudará a cambiar hábitos de vida, es un profesional a quien se le puede
consultar cualquier duda relacionada con el entrenamiento, además de que
ajustará el ritmo de entrenamiento al nivel que corresponda.
Un entrenador personal volcará todos sus conocimientos en
ayudarte a potenciar esas facetas que "están olvidadas" o no
desarrolladas.
Te acompaña en tus
ejercicios y te dirige, corrige, supervisa y motiva, haciendo que aproveches al
máximo tu tiempo, tu energía y tus cualidades.
Y recordad, entrenar sin control puede ser igual de malo que
no entrenar.
Un saludo.
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