Buenos días a tod@s!
Hombres o mujeres, jóvenes o mayores, el caso es que ninguno
nos podemos librar de esta incómoda molestia que surge de un esfuerzo demasiado
intenso o excepcionalmente largo.
Realmente podemos hacer algo más que cruzarnos de brazos y
esperar 4 días en casa sin movernos más que para ir al baño…
Pero vayamos paso a paso, y comencemos por definir ¿qué son
las agujetas?
Cuando realizamos un ejercicio con una intensidad o duración
mayor a la que nuestro cuerpo está acostumbrado, se producen una serie de micro
roturas en el tejido muscular y tendinoso, lo cual provoca una reacción
inflamatoria que se agrava aún más cuando estiramos el músculo.
Las agujetas aparecen entre las 12 y 24 horas después de
realizar el ejercicio, y como máximo nos durarán 5 días.
Si el dolor que sufrimos es muy intenso, podemos tomar algún
analgésico (paracetamol o aspirina, por ejemplo).
También podemos darnos duchas frías ya que esta agua
adormece los nervios y calma el dolor.
Por último, cuando las agujetas son fuertes, consumir
alimentos ricos en magnesio nos vendrá genial.
Como se suele decir, “más vale el remedio que la
enfermedad”, así que si queremos evitarlas, debemos seguir estas pautas:
-
Calienta bien todos los músculos para que no
trabajemos en frío. Un ejercicio bastante completo y que nos ayudará a
calentar prácticamente la totalidad de músculos de nuestro cuerpo es la
elíptica.
-
Incrementa la intensidad y duración de manera
progresiva. Pegarse una “paliza” el primer día de entrenamiento después de
llevar un mes “modo off”, sólo servirá para que al día siguiente no podamos ni
levantarnos de la cama.
-
Hidratarse correctamente y llevar una dieta
equilibrada. Como ya sabemos, algo fundamental en cualquier práctica
deportiva.
Para concluir, solo comentaros que tener unas agujetas leves
después de una buena sesión de entrenamiento no es malo, sino una señal de que
el entrenamiento ha sido efectivo.
Un saludo y feliz semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario