Hidratarnos de manera correcta es una labor que tenemos que
realizar todo el año, pero quizás sea ahora, en estos meses de verano, cuando
tengamos que darle mayor importancia a este hecho.
El cuerpo humano es hasta un 70% agua (puede variar según complexión
y edad).
Parte del agua de nuestro organismo la eliminamos a través
de diferentes vías como la respiración, transpiración, sudoración, por la orina y las heces.
En verano la temperatura ambiente suele ser más alta con lo
que la pérdidas de agua generalmente a través de la evaporación por la piel son
también mayores, por lo tanto, la ingesta de líquido deberá ser aún mayor para
reponer esta agua constantemente.
La frutas y verduras, especialmente la fruta de verano (sandia, melón, etc) destacan por
su alto contenido en agua y su bajo contenido calórico, por eso se convierte en
el alimento ideal para tomar entre horas (media mañana o merienda).
La forma correcta de hidratarse es tomando líquidos a lo largo del día,
los especialistas estiman que en promedio se requiere de 2 a 2,5 litros de
líquido al día. Agua mineral (con o sin gas), zumos de frutas naturales (no
comerciales), café, infusiones, y caldos bajos en calorías son los más
convenientes.
Cuando estamos realizando una dieta, el consumo idóneo de líquidos podrá
verse alterado según el tipo de dieta que estemos siguiendo.
Por ejemplo, si lo que queremos es perder peso y estamos realizando una
dieta hipocalórica (baja en calorías), consumir abundante líquido hará que nos
saciemos antes cuando comamos, por lo que ingeriremos menor cantidad de
alimentos.
Si por el contrario, estamos realizando una dieta para subir de peso,
convendrá no atiborrarnos de líquidos antes o durante cada comida ya que esto
hará que aparezca antes la sensación de hastío.
Cualquier actividad física, por pequeña que te parezca, produce
eliminación de cierta cantidad de agua y electrolitos a través del sudor.
Algunos consejos para mantener una hidratación adecuada:
1. Si
vas a realizar algún ejercicio, hidrátate antes, durante y después de
ejercitarte.
2. No
esperes a estar sediento para beber líquidos.
3. Los
niños, ancianos, gestantes y los deportistas son más propensos a la
deshidratación.
4. Evita
las horas centrales del día para realizar cualquier actividad. Cuando el sol
más aprieta, aumenta la ingesta de líquidos.
5. Empieza
y termina el día con agua. El cuerpo pierde agua mientras dormimos, por lo
tanto, bebe un vaso antes de ir a la cama y al levantarte.
6. Tener
siempre a mano una botella de bebida que nos haga recordar que se deben beber
pequeñas cantidades de líquido cada poco tiempo.
7.
Evita el alcohol,
tiene efecto diurético y deshidrata.
Un pequeño truco que leí no hace mucho para quemar calorías rápidamente
es el de añadir a tu bebida hielo.
Mientras más fría esté el agua, el café o el té que bebas, más calorías quemarás, ya que tu cuerpo gasta más energía en calentar
dicha bebida una vez que es ingerida.
Pero tampoco os hagáis muchas ilusiones, ya que por vaso que bebáis,
apenas quemarás 10 calorías…
Por cierto, existe el mito de que las aguas minerales con sabores engordan
ya que contienen calorías…otro bulo más!
Si casi ¾ partes de nuestro organismo
es agua, démosle la importancia que se merece.
Recordad que el agua es vida!
Un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario